Un Jueves Santo más breve

La incertidumbre volvió a marcar la jornada pero en este caso había presagios halagüeños, sobre todo para las cofradías del centro, que tenían más fácil la reacción en caso de lluvia.

La Hermandad del Perdón y la Salud era la primera en salir. La junta de gobierno se reunió media hora antes y decidió no desfilar ante la posibilidad de que lloviera. La tristeza se apoderó de costaleros y nazarenos pero todo el mundo entendía que las dudas obligaban a actuar de esa manera.

Las otras dos cofradías tuvieron la suerte de jugar con una mayor franja horaria y con el hecho de poder recogerse con más comodidad en caso de sobresaltos. Así fue, el Gran Poder salió a las ocho pero con un recorrido limitado a tomar el pasaje que lleva su nombre, seguir por la calle Sol hasta Clavel y entrar por la carrera oficial hacia Duque de Tetuán y girar por López de Ayala y Méndez Núñez. Algo parecido hizo la cofradía de las Angustias, que también buscó el pasaje para luego ir por Sol hasta Clavel y seguir por la calle Real.

En ambos casos destacó el impresionante gentío agolpado en las salidas, en todo el recorrido y en las recogidas. No hubo problemas en todo el tiempo que estuvieron en la calle y pudieron completar la estación de penitencia para deleite de los miles de personas conrgegadas en el centro.