Dolores también se recoge antes de tiempo

La salida se había desarrollado dentro de unos cauces de tensa normalidad. Nacho Fortes, hermano mayor, había advertido minutos antes de la posibilidad de que cayeran algunas gotas a mitad del recorrido y pidió serenidad y buen comportamiento a los miembros del cortejo si se producían precipitaciones.

El paso del Señor salió sin problema a los sones de Jesús de las Penas y avanzó hacia la calle Santiago para adentrarse en las estrechas calles del barrio. Todo iba bien. Lo mismo ocurría con el palio, que comenzó el recorrido con Madre Hiniesta.

Pero por las calles del barrio, apenas una hora después de la salida, comenzó a caer agua con intensidad, lo que motivó que la cofradía decidiera el regreso. El manto de la Virgen fue cubierto con un plástico y las imágenes iniciaron la vuelta apresurada al templo en medio de aplausos continuos de la gente que no quería dejar solos a los titulares de la Hermandad. El Cristo entró primero porque pudo volver por la calle Jardines mientras que la Virgen lo hizo por las calles por las que había transitado.