Efemérides
Un siglo de la petición del padre Cantizano para el patronazgo de la Inmaculada
Hoy se cumplen cien años del comienzo de la tramitación
Copia del escrito enviado por el padre Cantizano al obispo.
Hoy, 18 de septiembre, se cumple un siglo de la petición formulada por el párroco Juan Rodríguez Cantizano para que la Inmaculada Concepción fuera proclamada patrona de La Línea.
Como cura propio de la Inmaculada, el padre Cantizano envió un escrito al obispo de Cádiz en el que decía lo siguiente: "Que siendo esta población muy devota de la Santísima Virgen María bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, cuyo nombre lleva la parroquia y esta ciudad que desde su fundación la eligió como patrona, a V.E.I. suplica se digne impetrar de la Santa Sede la concesión del patronato canónico de la Inmaculada Concepción para esta ciudad que se gloría de llevar su nombre. Este es el sentir del clero, autoridades, Corporación y el pueblo y así lo manifiesta a V.E.I.".
El escrito, acompañado por cientos de firmas de los ciudadanos linenses, fue rubricado también por el alcalde, Enrique Pérez Castellví, y por el comandante militar de la plaza, Alfonso Ropero. Apenas cinco días después fue recibida la aceptación del obispado para el comienzo del proceso, que concluyó el 28 de enero del año siguiente, aunque no fue comunicado de manera oficial hasta el 16 de abril.
Copia del escrito enviado por el padre Cantizano al obispo.
Como cura propio de la Inmaculada, el padre Cantizano envió un escrito al obispo de Cádiz en el que decía lo siguiente: "Que siendo esta población muy devota de la Santísima Virgen María bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, cuyo nombre lleva la parroquia y esta ciudad que desde su fundación la eligió como patrona, a V.E.I. suplica se digne impetrar de la Santa Sede la concesión del patronato canónico de la Inmaculada Concepción para esta ciudad que se gloría de llevar su nombre. Este es el sentir del clero, autoridades, Corporación y el pueblo y así lo manifiesta a V.E.I.".
El escrito, acompañado por cientos de firmas de los ciudadanos linenses, fue rubricado también por el alcalde, Enrique Pérez Castellví, y por el comandante militar de la plaza, Alfonso Ropero. Apenas cinco días después fue recibida la aceptación del obispado para el comienzo del proceso, que concluyó el 28 de enero del año siguiente, aunque no fue comunicado de manera oficial hasta el 16 de abril.
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