Manolo Casasola, uno de los supervivientes de Segunda, cumple noventa años

Solo se alineó un partido en la Balona, pero siempre llevó a gala haber militado en el equipo de su ciudad. Fue el 25 de abril de 1954 en el desaparecido campo de Domecq, en Jerez de la Frontera. La Balona ya se había salvado del descenso y José María Cabo decidió incluir a varios linenses en la alineación. El partido terminó con un rotundo 4-0 para los locales.

Casasola sólo tenía diecinueve años y aquel día pudo ser el más feliz de su vida hasta el nacimiento de sus hijos. Cabo alineó a Ignacio en la portería; Trilla, Cachaza y Gómez Carrillo en la defensa; Valentín y Bidegain en el centro del campo y Juli Vázquez (otro superviviente), Mañosa, Casasola, Torrents y Yeyo en la delantera. Le gustaba jugar de extremo, pero también lo hacía de interior. No volvió a jugar más en el primer equipo a pesar de que su debut en Jerez fue satisfactorio.

Antes de jugar en la Balona lo hizo en equipos locales como el Rayo, Bilbao, Español, Santiago y Atlético Linense y tras su estreno en el equipo blanquinegro pasó al Jolgorio, aunque había fichado en el San Pedro pero un problema con este equipo le hizo desistir y marcharse al Jolgorio, un simpático equipo en el que cuajó grandes actuaciones y donde permaneció en vista de que sus problemas con el San Pedro no se resolvían.

Luego fichó en la SD Los Barrios, donde coincidió otros ocho jugadores nacidos en La Línea y logró en la temporada 56-57 el primer ascenso de los barreños a Tercera.

Su hijo José María fue el único que siguió sus pasos futbolísticos y fue jugador de la Balona en varias etapas, del Xerez Deportivo en Segunda A y del Algeciras.